El éxito de diezmar y ofrendar

El diezmo y la ofrenda son un acto poderoso de una demostración de fe. Estos dos no están estrechamente relacionados con la ley, sino que con una expresión de agradecimiento hacia Dios y hacia el hombre, quien ha sido asignado para dar dirección a todos los creyentes, Al igual que lo fue Melquisedec, rey de Salem, sacerdote del Dios Altísimo, quien fue también asignado por Dios para atender a Abraham, su amigo.

Las promesas de nuestro Padre celestial son poderosas y todas ellas están llenas de ricas verdades para todos los creyentes.

Abraham es el mejor ejemplo de éxito y prosperidad a causa de diezmar dentro de la fe o la gracia, cuando él entregó todos los diezmos y las ofrendas de todas sus ganancias a Melquisedec.

Génesis 14: 16-20.
18 Entonces Melquisedec, rey de Salem y sacerdote del Dios Altísimo, sacó pan y vino 19 y le bendijo, diciendo: Bendito sea Abram del Dios Altísimo, creador de los cielos y de la tierra;  20 y bendito sea el Dios Altísimo, que entregó tus enemigos en tu mano. Y le dio Abram los diezmos de todo.

Melquisedec no era un sacerdote de la ley, sino uno para ministrar a todos los creyentes de la gracia. El sacerdocio de Melquisedec precedió al sacerdocio de Aarón.

El sacerdocio de Aron pertenecía al sacerdocio de la tribu de Leví (Levítico), que fue asignada para ministrar la ley a la nación de Israel.

Mientras que Melquisedec fue sumo sacerdote de la gracia (un sacerdocio destinado a permanecer por la eternidad).

Pero Aarón era sumo sacerdote de la ley (destinado a desaparecer al final).

Hebreos 7: 21-24.
21 Porque los otros, ciertamente sin juramento, fueron hechos sacerdotes; pero este, con el juramento del que le dijo: Juró el Señor, y no se arrepentirá: Tú eres sacerdote para siempre, Según el orden de Melquisedec. 22 Por tanto, Jesús fue hecho fiador de un mejor pacto. 23 Y los otros sacerdotes llegaron a ser muchos, debido a que por la muerte no podían continuar; 24 más, este, por cuanto permanece para siempre, tiene un sacerdocio inmutable.  

Jesús no pertenecía al sacerdocio de Aron, sino al sacerdocio de Melquisedec; por esta razón su apostolado y su sacerdocio están llamados a ser eternos.

Jesús, como descendiente del sacerdocio de Melquisedec, tiene la autoridad de bendecir los diezmos y las ofrendas, al igual que lo hizo Melquisedec, rey de Salem, cuando bendijo a Abraham, cuando este le entregó los diezmos y ofrendas de todo.

Este mismo legado lo ha recibido el apóstol, quien desciende directamente del sacerdocio de Jesús, porque también ha sido ungido dentro del orden del sacerdocio de Melquisedec a través de Jesús.

El Diezmo y sus promesas

Malaquías 3: 10-12.
A. Trae protección en tu economía y finanzas.
B. Guarda tus negocios, empresas, familia, profesión, proyectos de vida, entre otros.
C. Te libra del poder de la obra de Satanás y sus demonios (entidades espirituales de maldad, que habitan en las regiones celestes).
D. Abre los cielos (puertas) que están llenos de las riquezas de Dios, para ti.

La bendición de ofrendar

2 Corintios 9: 7.8.
La ofrenda también es muy poderosa, porque actúa dentro de lo sobrenatural de la fe y no tiene límites. La ofrenda rompe todos los límites humanos y te introduce a la abundancia de Dios. La ofrenda es una siembra, que te proporcionará poderosas cosechas de dinero, porque toda siembra de fe siempre cosechará al ciento por uno de parte de Dios para tu vida.

El diezmo siempre será la décima parte de tus ingresos.

La ofrenda siempre será sin límites, tú serás quien pondrá el límite de tu bendición, pero tienes la oportunidad de romper con los límites desde hoy en adelante.

He visto cómo nuestro Padre celestial ha restaurado empresas, negocios y proyectos a través del diezmo y la ofrenda.

Filipenses 4: 15-19. Pablo, apóstol de Dios según el orden de Melquisedec, a través del llamado de Jesús, recibió el apoyo de la comunidad de creyentes a nivel internacional. Todos los creyentes que apoyaban el ministerio de Pablo, a través de sus diezmos y ofrendas, eran presentados delante de nuestro querido Padre celestial.                            

El apóstol Pablo continuamente estaba declarando palabras de poder sobre la comunidad de creyentes, en la sanidad, milagros, en todos sus proyectos de vida, en su economía y sus finanzas, sobre sus cuentas bancarias, su cartera de clientes, su familia, negocios y empresas, declarando a los creyentes exitosos, millonarios, llenos de riquezas, entre otros.

Si no tienes donde diezmar y ofrendar, te invito a contactarte con este ministerio. Estaré orando y ayunando por todos tus proyectos de vida, finanzas y economía, profesión, empresas, negocios, familia, entre otros.

Como apóstol elegido por el Señor, dentro del orden de Melquisedec, te bendeciré por el poder del Espíritu Santo, bajo la bendición sacerdotal y apostólica de nuestro querido Padre celestial.

De ahora en adelante nunca más te sentirás solo peleando tus buenas batallas de la fe, siempre estaré a tu lado y tu querido Padre eterno también.

 Apóstol. Alex Torres.

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